Reportaje: ¿Alguien lo ha visto? LUCAS BIGLIA, EL FARO DEL MILAN, ESTÁ TOTALMENTE APAGADO
- Mauricio Milanista

- 9 dic 2017
- 2 Min. de lectura
'¿Quién lo vio?' es un conocido programa de televisión que trata casos de personas desaparecidas o misterios no resueltos, pero también es la pregunta que surge entre los fanáticos del Milan: ¿Quién vio la actuación de Lucas Biglia hasta el año pasado? No, nadie ha desaparecido en Milán, al menos en el sentido literal del término, pero, sin duda, lo que le está sucediendo al ex capitán biancoceleste es, al parecer, totalmente inexplicable. Una involución de 360 grados subrayada por ambos entrenadores que han tenido al centrocampista argentino en el banco rossoneri en esta primera mitad de la temporada.
FARO "QUEMADO": Sin embargo, su llegada a San Siro había sido sorprendente, casi un amor a primera vista por parte de los fanáticos. Desde su primera aparición en verano, ante el Bayern Múnich, Biglia sorprendía por la facilidad con la que interpretaba las jugadas y parecía haberse adaptado a un mecanismo totalmente nuevo en los amistosos. Quizás ni tiempo habría tenido de aprenderse el nombre o el apellido de sus compañeros, pero eso no impedía realizar pases acertados a ellos y administrar el balón con criterio. Antes de que llegara el mes de septiembre, se le había otorgado el título de 'faro' del centro del campo del Milan. La luz, sin embargo, con el paso de los días y con una ligera lesión como cómplice, se ha desvanecido cada vez más, hasta extinguirse por completo, como si hubiera producido un apagón. Una imagen desgastada ante el Napoli, en el último minuto del tiempo de descuento, y la pobre prestación ofrecida anoche contra el Rijeka, en Croacia, son las claras muestras de esta situación incomprensible: Errores tan tontos en un certamen de talla mundial en un jugador que debería podría gestionar con los ojos cerrados el juego del equipo, si estuviera en una condición aceptable.

LECTURA DE ESTRATEGIAS DIFERENTES: Para poder encontrar una explicación sobre la actuación de Biglia, Vincenzo Montella y, más tarde, Gennaro Gattuso, han utilizado dos claves de interpretación diferentes, complementarias entre sí. La primera alarma lanzada por el técnico de Campania, data del 28 de octubre, cuando dijo literalmente: "No sé por qué, pero en el último período no lo veo tranquilo", sugiriendo que el problema era mental. Ringhio, sin embargo, cree que las dificultades de Biglia se derivan por la falta de condición física, subrayando el tema, en varias ocasiones, desde que fue colocado al frente del timón del Milan. La impresión es que ambas impresiones pueden ser válidas y están estrechamente relacionadas. La mejora de un factor probablemente correspondería también al crecimiento proporcional del otro. Este Biglia ni siquiera es el pariente lejano del excelente jugador admirado, incluso, en las primeras apariciones con la camiseta rossoneri. Si alguien ha visto al original, devuélvanlo a Milán. Encontrarlo podría representar un elemento fundamental para que el equipo pueda volver a tener ambición en la Europa League, el único objetivo que podría dar una connotación positiva a una temporada oscura, en la que no podemos ver la luz. Donde se necesitaría un faro.





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